INGREDIENTES:
350 gr de lomos de bacalao al punto de sal congelados
3 tomates de pera (+/- 250 gr)
4 láminas de gelatina
1/2 limón (su jugo)
Crema de vinagre de manzana
Aceite de oliva virgen
Eneldo seco
Sal
PREPARACIÓN:
Descongelar parcialmente el bacalao preferiblemente en nevera (no dejar descongelar del todo para poder laminar más finamente).
Pelar uno de los tomates, partir en 4 cuartos y retirar las semillas
Trocear la pulpa en brunoise (trocitos pequeños.
Poner en un bol con una pizca de sal y reservar.
Poner en un vaso triturador los otros dos tomates en trozos grandes, añadir el jugo de limón y sal al gusto.
Triturar hasta conseguir una mezcla fina.
Hidratar en un plato con agua fría las láminas de gelatina durante 5 minutos.
Poner en un bol un poco de la mezcla de tomate y calentar durante 10 segundos en microondas.
Escurrir las láminas de gelatina y deshacer en la mezcla caliente.
Si fuera necesario poner 10 segundos más a microondas para derretir la gelatina completamente.
Añadir al vaso triturador y mezclar con el resto.
Poner la mezcla en moldes pequeños de silicona y dejar en nevera durante 2 horas.
Retirar el agua que haya soltado el bacalao y secar con un papel absorbente.
Laminar el bacalao lo más fino posible.
Emplatar las láminas de bacalao y rectificar el punto de sal al gusto.
Desmoldar el tomate en gelatina y situar encima del bacalao de forma alterna.
Poner los dados de tomate reservados entre la gelatina de tomate.
Aderezar con 1 cucharada de aceite de oliva virgen, unas gotitas de crema de vinagre de manzana y eneldo seco. Servir frío.